En 2024, Lwart, empresa referente en logística inversa y rerefinación de aceite lubricante usado, alcanzó un hito histórico: se recolectaron 225 millones de litros en todo Brasil, el mayor volumen desde el inicio de sus operaciones. Para que te hagas una idea, esa cantidad equivale a casi 90 piscinas olímpicas llenas de aceite que dejaron de contaminar el medio ambiente y volvieron a tener valor industrial.
¿Qué hace exactamente Lwart?
Lwart está especializada en la logística inversa de OLUC (Aceite Lubricante Usado o Contaminado). Esto significa que recoge el aceite después de su uso en talleres, estaciones de servicio e industrias, y lo lleva a sus plantas industriales, donde este residuo pasa por un proceso de rerefinación. El resultado es sorprendente: hasta un 75% del aceite usado puede transformarse nuevamente en lubricante nuevo de alto rendimiento.
Este proceso no solo evita que el residuo sea desechado de forma incorrecta —lo que podría causar graves daños ambientales, ya que 1 litro de aceite puede contaminar hasta 1 millón de litros de agua—, sino que también reduce la dependencia de la importación de aceite base. Es decir: menos impacto ambiental y un mayor fortalecimiento de la industria nacional.
Un récord que impresiona
Según el Informe de Sostenibilidad de Lwart, 2024 fue un año de grandes logros:
-
225 millones de litros recolectados a lo largo del año —récord histórico.
-
21 millones de litros en un solo mes —récord mensual.
-
Participación del 37% en todo el volumen recolectado en Brasil, estimado en 600 millones de litros por la ANP.
Además, Brasil superó la meta oficial de recolección de aceite: alcanzó un 56% de reaprovechamiento, cuando la meta era del 48,3%. Esto posiciona al país como uno de los grandes ejemplos mundiales en logística inversa.
Red de recolección que cubre todo el país
Para alcanzar cifras tan expresivas, Lwart construyó una infraestructura robusta. En 2024, la empresa atendió a más de 93 mil clientes, incluyendo talleres mecánicos, estaciones de servicio e industrias. Con bases distribuidas en prácticamente todos los estados, la compañía garantiza que el aceite usado sea recolectado de forma rápida, segura y conforme a las normas ambientales.
Recientemente, la empresa también invirtió en nuevas unidades de almacenamiento temporal y en la ampliación de su flota logística, lo que otorga aún más agilidad al proceso de recolección.
Expansión multimillonaria en curso
Con el aumento de la demanda, Lwart está ampliando su planta en Lençóis Paulista (SP). El proyecto prevé la construcción de una nueva línea de rerefinación, que elevará la capacidad de 240 millones a 360 millones de litros por año hasta 2026. Este salto del 60% en la producción posicionará a la empresa como la segunda mayor refinadora de aceite usado del mundo.
Esta inversión multimillonaria demuestra no solo la fortaleza de la compañía, sino también la relevancia de Brasil en el escenario global de la economía circular.
Digitalización y transparencia
Otro diferencial de Lwart es la digitalización del proceso de recolección. Cada operación genera certificados digitales que garantizan la trazabilidad del residuo:
-
COC (Certificado de Recolección) → comprueba que el aceite fue recolectado correctamente, conforme a las normas ambientales.
-
CDF (Certificado de Destinación Final) → confirma que el aceite recolectado tuvo el destino correcto, siendo enviado a rerefinación y reutilizado.
Los clientes pueden acceder a todo en línea: desde la programación hasta el seguimiento de las recolecciones, garantizando seguridad y transparencia.
¿Por qué esto importa para todos nosotros?
El trabajo de Lwart va mucho más allá del sector industrial:
-
Para el medio ambiente, significa menos riesgo de contaminación del suelo y del agua.
-
Para la economía, reduce la necesidad de importar aceite base y fortalece la cadena productiva nacional.
-
Para los consumidores, garantiza que el lubricante usado en autos y maquinarias regrese al mercado como un producto de calidad, con un desempeño equivalente al de los aceites nuevos.
A lo largo de su historia, esta empresa ha evitado que miles de millones de litros de aceite contaminen ríos y suelos en Brasil. Y lo más interesante: ha transformado ese residuo en un insumo valioso, cerrando un ciclo que une sostenibilidad, innovación y desarrollo industrial.